Voy a hablar de la película sin soltar ningún spoiler explícito ( si has visto la peli supongo que sabrás a lo que me refiero en ciertos momentos del texto) así que puedes leerla tranquilamente, un saludo, Jet Jaguar.
Filth narra la vida de Bruce (James McAvoy), un detective de Edimburgo. Puede parecer poco interesante, pero lo que la hace una buena película es que no se centra en el caso policial que cae sobre sus manos, si no en una espiral de odio, sexo, alcohol, drogas duras y autodestrucción en la que está sumida su vida.
La historia se nos plantea de la siguiente forma: Bruce tiene un matrimonio feliz (aunque se va follando todo lo que puede desde los primeros minutos de la película) y están jugando a un juego. Un juego que les obliga a estar separados. De esta forma Bruce solo podrá volver con su familia cuando consiga el ascenso que quiere, y, como el propio Bruce fantasea, su mujer en lencería estará esperándole con los brazos (y algo más) abiertos.
Un punto interesante de esta película es la forma que tiene de meternos dentro de la cabeza del enfermo protagonista, el cual, en varios momentos rompe la "cuarta barrera" refiriéndose al propio público con miradas lascivas, cómplices por sus fechorías o la forma en la que su mujer nos cuenta su "juego".
Tiene muchas escenas memorables, una de las que menos spoiler puede resultar es en la que conocemos a las personas que van a luchar por el ascenso con él. Durante toda la película vemos como manipula a todos y cada uno de ellos para intentar conseguir su ascenso, menos a la dulce señorita Drummond (Imogen Poots) *nota de Jet Jaguar: Ay Dios como la amo* que se lo pondrá muy difícil.
Bruce es un sociópata policía que suelta perlitas como:
- ¿Qué hizo que te unieses a la policía?
- La opresión policial amigo, en el pueblo donde vivía había problemas a diario.
- Ya entiendo, querías pararla desde dentro.
- ¡No! Quería ser parte de ella.
Un increíble James McAvoy que se come la pantalla y todo lo que se ponga por delante como un señor, es capaz de hacer que cojas cariño a este hombre sucio, loco, pervertido, drogadicto, racista, homófobo, machista, corrupto... ¿sigo? Este tío lo tiene todo en su contra y aún así, al final del viaje, es capaz de caerte bien e incluso darte pena porque "A veces un malhechor debe enseñarte lo que haces mal ".
En definitiva, esta película es un paseo loco por los excesos y que, según vas profundizando en la vida de Bruce, hace que te des cuenta de que en realidad tiene muchos más problemas de los que hace ver al mundo. Una película gamberra de obligado visionado (mención especial a los créditos finales) que es capaz de sorprenderte con una buena liada algo inesperada cerca del final de la película.
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