Reseña amigable y sin spoilers de una película que tuve la oportunidad de visionar en Sitges y que, por desgracia, aún no tiene fecha de estreno en España. No es de extrañar que dentro de un año veas que se estrena esta película en nuestro país y no puedas evitar acordarte de este escrito.
Simon (Jesse Eisenberg "Zombieland", "La Red Social") trabaja para una agencia del gobierno desde hace siete años. No tiene amigos en su trabajo, no interacciona con nadie y está enamorado de una chica que trabaja en la copistería de la planta de abajo. Es, cómo decirlo suavemente... un huevón, un pussy. No es capaz de plantar cara a nadie, ni siquiera mirar a los ojos a la chica que quiere, sin mencionar decirla algo mas que "Ne-ne-necesito... una fotocopia". No es de sorprender que nadie en su trabajo le conozca después de siete años, no le toman en serio ni los extraños. Vive en un cuchitril desde el que espía por la ventana a la chica que quiere, Hanna (Mia Wasikowska "Maps to the stars", "Alicia en el país de las maravillas 2010")
James (Jesse Eisenberg "Ahora me ves", "Adventureland") es un chico prometedor que acaba de empezar a trabajar en una agencia del gobierno. En dos días es el más popular de la oficina, se codea con el jefe y tiene a todas las mujeres locas. Es, cómo decirlo suavemente... el puto amo, un fucker. Tiene un morro que se lo pisa y hace todo lo posible por conseguir lo que quiere, incluso robar el trabajo a otros. Vive en el piso de encima de Hanna, y sí, tiene un increíble parecido con Simon.
Hay muchas cosas que destacar esta película, pero antes de ello, debo decir que no es una película para todos los públicos, no es que sea violenta (que no lo es) si no que es rara. Me explico, un diez al director de arte, por crear este mundo tan atrasado digitalmente pero que, dentro de la historia, es puntero, con máquinas que no se sabe para qué sirven pero que ocupan habitaciones, un universo de pesadilla donde nada parece real. Un diez a la fotografía, que refuerza aún mas esa atmósfera, metiéndote de lleno en un mundo que da asco, miedo, donde todo el mundo es hostil (desde el punto de vista de Simon, claro). Y un diez a la banda sonora y al tratamiento del sonido, que parece que siempre se olvida mencionarlo pero en esta película hacen un trabajo asombrosamente inquietante.
Es un drama, con toques de comedia negra. Simon se pregunta si James es real o si sólo es una proyección de él, igual que se lo pregunta el público. ¿Cómo va a acabar esto? Nada bien. Es una de estas películas que desde el principio sabes que la atmósfera está cargada de malos presentimientos.
La película es casi una historia de superación personal, solo que es en realidad una lucha visceral y literal contra el peor enemigo que puede tener cualquier persona, nosotros mismos. Hay que verla para entenderla, de eso no hay duda, también es cierto que al final no profundiza mucho y acaba como si fuese un ejercicio cinematográfico más, pero se lo perdonamos por el excelente viaje que nos hace pasar y los increíbles y rápidos diálogos que tienen lugar a lo largo de toda la película. Es una película que hay que ver si te gusta el cine extraño pero a la vez es agradable de visionar.
Cierro la reseña con una maravillosa conversación entre Simon y James.
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